Por lo general cuando compramos una prenda o proyectamos hacerla, buscamos los complementos después. En mi caso a veces ocurre al contrario. Me enamoro de un bolso o unos zapatos y luego busco con qué ponérmelos. El riesgo es que puedo tardar bastante en estrenarlo o usarlo pocas veces, porque puede no combinar con la mayor parte de la ropa que tengo. Lo bueno de saber coser es que aunque un color no sea exacto puedes hacerlo encajar con un pespunte, un adorno, un broche…..
Aquí tenéis un claro ejemplo:
Estos zapatos los compré porque la forma me pareció divertida, el color me encanta, estaban rebajados al 50%... Decididamente no se podían quedar huérfanos en la tienda así que se vinieron a casa. (Si son cómodos o no, lo cuento otro día)
Cuando llegué a casa la realidad era que tenia poca ropa con la que combinarlos. En aquella época (año 2004) acudía a mi primer curso de confección y se me ocurrió hacer este abrigo:
Como veis no me compliqué la vida.
Corte completamente recto, color cereza, forro fucsia, pespunte fucsia y con cremallera.
Fue mi primer abrigo, y por el momento el último. Me lo he puesto muchas veces, aún lo he llevado estos días tan fríos, me da pena jubilarlo, a los zapatos me parece que les quedan dos telediarios.
Y por qué lo vas a jubilar, si está muy bonito? Y a los zapatos le van de maravilla, el detalle del pespunte está fenomenal, a juego. A mi me gusta.
ResponderEliminarA mi también me siguen gustanto, el problema es que el abrigo necesita un forro nuevo, no es grave, pero mis pies cuando se quitan estos zapatos me piden paracetamol a gritos.
EliminarMañana mas detenidamente te doy alguna idea para sacarles mas partido.
ResponderEliminarSi es que saber coser es una de las cosas más maravillosas de la tierra! Es la libertad total! El abrigo me dejó completamente enamorada, con el color tan hermoso y el toque que le diste, seguro que si lo compras te cuesta una millonada.
ResponderEliminarRosy, estas palabras viniendo de ti, con tu buen gusto y lo bien que coses, me llenan de orgullo.
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