miércoles, 9 de julio de 2014

NEGRONI, CAMISA DE HOMBRE

Hola estoy aquí, si aquí, detrás de la cámara. Por una vez me he puesto detrás del objetivo para fotografiar mi propia creación:


Ha sido raro, esta vez no me he quejado por lo aburrido que es posar y de lo complicado que es poner buena cara y meter tripa. Mis quejas han comenzado después, cuando he llegado a casa no me podía explicar por qué, a pesar de requeteplanchar la camisa y estirar la tela con insistencia las arrugas no se han dado por aludidas y han vuelto a traición para aparecer en las fotos. Es un fenómeno que Iker Jiménez debería estudiar. Por suerte mi marido/modelo ha sido paciente, la sesión de fotos ha sido larga y de un montón de fotos creo que estas muestran un resultado decente.


En general no ha sido difícil la confección, seguí el tutorial de Miren de Telaria y los detalles de bolsillos, cuello, canesú y costuras recargadas salieron bien, el problema fue la talla. Siguiendo la tabla que venia con el patrón mi marido usa la XL, y esa es la talla que corté, gran error, a la hora de ensamblar las mangas y coser los costados tuve que reducir 1.5 centímetros el ancho de los hombros y unos 3 centímetros los costados. Y vosotras pensareis, si encoger no es para tanto, pues no, pero a mi se me atragantó y la camisa quedó a medio hacer sobre mi maniquí varias semanas, hasta que me armé de paciencia y logré terminarla.


Ahora que el proyecto llegó a su fin y mi chico está muy contento con su nueva camisa de marca exclusiva, he comenzado a hacer acopio de patrones para hombre, eso sí, mediré cien veces el patrón antes de ponerme a coser para evitar disgustos.


Por cierto, se me olvidaba comentar que esta ha sido una pequeña forma de compartir mi afición con mi pareja. En cierto modo me siento en deuda, ya que él siempre comparte conmigo sus conocimientos sobre el vino y gracias a estos hemos hecho grandes viajes y conocido gente excepcional. Si sentís curiosidad por saber qué vinos y dónde bebemos podéis visitar: El vino que bebo.